Concordancia

Me dijo hablemos de valores, no quise continuar con la conversación no por el hecho de que no los posea; si no que a lo largo de mi vida he cometido cantidad de errores, todo por la sencilla razón de usurpar estos “valiosísimos valores” así una redundancia en todo su esplendor.

Para qué nos vamos a convertir mártires de algo en lo que nunca vamos a coincidir, cada uno tiene espinas en un lugar distinto, ¿por qué? Simplemente porque somos humanos y dentro tenemos ese caudal de “bondad” y de “maldad”.

Quizás todos defendamos a nuestros amores ó a nuestros intereses, dependiendo por cuál estemos preservando... a eso nos llevarán nuestras acciones.  Entonces lo que tú haces para mí está mal, pero lo que yo hago no, pero quizás sí lo está.

A veces es más fácil esconder nuestra ternura por el simple miedo a sentirnos débiles, finalmente decidimos ahogarnos en la ira y el orgullo. Nos embargamos en el dolor o en la infelicidad por complacer a la gente que más odiamos y preferimos callar todo lo bueno que sentimos por alguien a quien tememos se burle de nosotros.

¿Entonces no es mejor sentir y decir o hacer? No, porque seriamos esclavos de nuestra imprudencia.



Lo mejor es buscar aquellos asuntitos simpáticos en los que siempre vamos a concordar.  Aunque se gasten las mismas frases, en los mismos lugares…  

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