El Kakuy ¿Un ave o un fantasma?

Nictibio urutaú (Nyctibius griseus), también llamado nictibio, guajojó, urutaú común, pájaro fantasma, pericoligero, estaquero común​ o kakuy . Es un ave caprimulgiforme de la familia Nyctibiidae que se encuentra en el centro y sur de Ámerica. Este pequeño animal de aspecto asombroso ha sido nombrado en la música folclórica de Sur América  y tiene su propia leyenda, la cual nace en Santiago de Chile.
Pues se dice que en una época muy remota una pareja de hermanos huérfanos habitaban en un rancho en el monte Santiagueño. Ambos jóvenes eran muy distintos el uno del otro; Turay  el hermano, era un muchacho noble y Kakuy la hermana, bastante cruel. Turay se desvivía para que nada le faltase a Kakuy.
Día a día el joven se aventuraba en el monte para ir en busca de los alimentos, recolectaba algarrobas, tunas, las mejores mieles y se enfrentaba a tigres y otras bestias, todo esto lo hacía con mucha dedicación   para mantener muy contenta a su hermana, pues Turay quería demasiado a Kakuy.
Al regresar a casa Turay volvía cansado y muchas veces herido, lo único que él deseaba era un plato de comida y un poco de agua para poder reponerse, pero al llegar Kakuy lo trataba de manera indiferente. La joven le hacía tantos desplantes, hasta que un día Kakuy después de servir un vaso de agua para Turay lo tiro al piso, al día siguiente hizo lo mismo con la comida, esto enfureció tanto al joven  que decidió vengarse de su hermana.
Turay convenció   a Kakuy de que lo acompañara al monte para buscar miel, Turay conocía a la perfección el lugar, llevó a su hermana a lo más profundo del monte y ambos subieron a un árbol muy alto. Con una sábana Turay cubrió a Kakuy con la excusa de protegerla de las abejas; luego  el muchacho comenzó a descender del árbol cortando todas las ramas y caminó hasta desaparecerse entre la maleza.
Con el pasar del tiempo Kakuy se dio cuenta de que su hermano la había dejado abandonada, en ese momento Kakuy se arrepintió de haber maltratado tanto a Turay. En su desesperación la joven gritaba para que su hermano regresara por ella.
Al anochecer Kakuy quedó muda de tanto gritar, y sus pies aferrados al árbol se convirtieron en garras, poco a poco su rostro se transformó en el de un búho y sus brazos empezaron a emplumecerse. Finalmente la joven se había convertido en un ave nocturna, esa ave es el Kakuy y todas las noches en el monte canta: ¡Kakuy! ¡Turay! El estremecedor sonido no es nada más que el llamado de un alma arrepentida.

Quizá esta leyenda, que más allá de ser tomada como algo cultural o folclórico ha servido para alimentar la ignorancia de muchas personas que al encontrarse con este animal inmediatamente lo rechazan y buscan hacerle daño.
Además  su raro y místico aspecto, y su tétrico canto  han sido las causas principales de la dura situación a la que se enfrentan actualmente estas aves de rapiña.  Los humanos además de invadir su hábitat los matan por el temor que les causa su presencia, ignorando que son aves totalmente  inofensivas.
El simple hecho de que la apariencia de un animal no vaya con tus estereotipos de belleza no quiere decir que sean peligrosos o que debas dañarlos, pues existen animales como el pulpo de anillos azules que a pesar de su belleza son extremadamente venenosos, pero tampoco es motivo para hacerles daño; todos los seres vivos tenemos una función dentro de los ecosistemas y si uno falta se crea un desequilibrio que nos pone en riesgo a todos.
En este link pueden encontrar el fascinante y a la vez espeluznante canto del Kakuy:

http://florayfaunasde.com.ar/wp-content/uploads/2009/01/Nyctibius_griseus-KAKUY.mp3
 Imágenes tomadas de:

https://www.google.com/search?biw=1304&bih=653&tbm=isch&sa=1&ei=cch8W-vXBtGK5wLfgI6oDQ&q=el+kakuy&oq=el+kakuy&gs_l=img.3..35i39k1l2j0l3j0i30k1l2j0i8i30k1j0i24k1l2.313299.315679.0.316060.8.8.0.0.0.0.149.1023.0j8.8.0....0...1c.1.64.img..0.8.1016...0i67k1j0i10k1.0.RHOGMyW-zuY#imgrc=dCQGKmTKZG1zqM:

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